miércoles, 13 de diciembre de 2023

LA VIEJA ALDEA

 LA VIEJA ALDEA

 

 La tarde se ocupaba bajo el sol y la lluvia parecía enamorada de la línea multicolor que se apreciaba en el infinito, cayendo placida y suave sobre los versados tejados de la vieja aldea. 

Aparecían las sombras bajo la inmensa oscuridad que cerrando sus estrechos callejones que la componían. Parecía desolada con las ruinosas casas desabitadas que la componían en su mayoría, ya que alguna dejaban entrever una pequeña luz de candil, parecida a la luna de otoño. Si, la aldea estaba desabitada desde hacia mucho tiempo. Solo acogía en sus senos a algunos observadores del paisaje que veían en sus casas el ultimo resquicio de la cultura campestre, que un día floreció en ese lugar, ya casi olvidado en el ti4empo, y en su contorno los únicos habitantes perpetuos eran los caserones con sus inseparables vecinos del lugar, los pequeños reptiles y arácnidos que no dejaban entrever de vez en cuando por los curiosos de turno, y que estaban unidos a los inmortales muros. 

Evocando estos recuerdos de la vieja aldea mi mente se ve sumergida en el pasado, componiendo los cuadros pintorescos y ya olvidados que la formaron, ¡! Debía de ser maravilloso ¡! Su calle Mayor, con su suelo enguijarrado y humedecido por  el continuo chorrear del pilar, donde día tras día, iban las mujeres con los cantaros por el agua, donde jugaban los niños y se divertían los mayores con los juegos dominicales. 

Sus rústicos empedrados formaban las aceras, dejándose decorar por el verde musgo que salía de entre las piedras, rodeadas de sus pequeñas y estrechas callejones inclinados, dejándose desprender de la ladera de la montaña, daba a la aldea la silueta de estar suspendida en el vacío, resguardada de todo peligro por sus corpulentos cerros. 

Los cerros que recubrían el paisaje de pequeños arbustos y monte bajo, donde los pájaros llenaban el viento de interminables melodías. 

¿Cómo debía ser la aldea en sus cúspide de grandeza  y como se derrumbo ¿ . cuando se haga estas preguntas creo ver en el rostro de sus gentes una tristeza que los dejaba inmóviles, dejando se mirar al futuro. Debería de dar vueltas su cabeza sin rumbo fijo, sin querer pararse, no siendo capas de descubrir cual de estos cuadros es el autentico, el que ellos reconocieron. 

Como podemos ser tan crueles, podemos dejar morir las cosas sin darnos cuenta. Hacemos las situaciones imposibles hasta destruirnos el sello de nuestra identidad. Son solo preguntas que el destino podrá resolver, el que nos dará las respuestas que seguramente se encontraran entre  los muros de sus casas, de esas derruidas paredes, de esos oscuros rincones. 

Quizás no se halla respuesta pero es necesaria buscarlas; hay que encontrar esa pagina perdida que nos de la solución, sino, poco apoco iremos muriendo con ellas, con esas viejas aldea, con un poco de nosotros mismos. 

No ira faltando algo, un algo que abandonamos un día sin darle importancia y que no hará exclamar “ VIEJA ALDEA “, te hemos dejado morir, hemos sido niños, jugando entre sus calles, tus casas, tus piedras.  Hemos enterrado tu orgullo, sin darnos cuenta de que nosotros formaban parte de tu paisaje. Quizás nos hayamos perdido, PERDONANOS.

viernes, 1 de diciembre de 2023

COSTUMBRES POPULARES - MANTECADOS CASEROS

En Navidad, las hermanas Esperanza e Isabel Consuegra Alcaide, han decidido dejar constancia de las tradiciones culinarias que desde antaño se han venido haciendo con motivo de las fiestas Navideñas, y nos han dejado para nuestro archivo fotográfico el proceso de cómo se hacían los mantecados con la receta tradicional que ha ido pasando de madres a hijas en su familia.

Que cunda el ejemplo y podamos recopilar todo cuando podamos desde nuestra fundación por Carlos III y transmitir a nuestros descendientes el mayor legado posible. En algo estamos cambiando, lo dicho, que cunda el ejemplo.
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